Leyenda de kukulcan (Cuculcán)
Esta es la última historia de Leyendas de Guatemala, y fue escrita en la forma de una obra de teatro. Fue agregada a la segunda edición de Leyendas de Guatemala. Los tres excenarios están separados por cortinas de colores que indican el paso del tiempo; los colores de las cortinas (Amarillo, rojo y negro) y los cambios de escena siguen el movimiento del sol. Los personajes principals son: Guacamayo, un ave de mil colores, ques engañoso; Kukulcán, una serpiente emplumada; y Chinchinirín, que es el asistente guerrero de Kulkucán. Y ahí es otro personaje, una "mujer flor" que debe ser sacrificada. Guacamayo y Kukulcán se disputan la leyenda del sol, y a sus espaldas, Guacamayo discute con Chinchirín y acusa a Kukulcán de ser una falsificación.
En complot para tomar el lugar de Kukulcan, Guacamayo hace un trato con Yai, pero Kukulcán es salvado. Al final la luna nace del cuerpo de Chinchinirín mientras trata de alcanzar a Flor Amarilla.
Esta última leyenda es una re-elaboración lúcida de la leyenda Maya de la Serpiente Emplumada para permitir un acercamiento a la cuestión de la identidad como una construcción social. El espejo engañoso que aparece en la historia (que confunde a Guacamayo y Kukulcán acerca de lo que es "real") es una metáfora de un relativismo brutal introducido por Asturias para expresar el carácter dual y complementario de la realidad. Es decir, Asturias presenta la realidad de una identidad como dual, diglósica, y relativa al universo de Kukulcán, y la aplica a la identidad híbrida de la joven nación Guatemalteca.
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